La movilidad eléctrica utiliza uno o más motores eléctricos en un transporte. Por esto, en la actualidad, la movilidad eléctrica es una excelente opción al ofrecer soluciones para viajes pequeños y de bajo peso, como en el caso de bicicletas, scooters y motos eléctricas, o para viajes largos y de peso pesado, como los vehículos eléctricos usados en el transporte público.
Una de las principales ventajas de la movilidad eléctrica es que mejora la calidad de vida de las personas al no emitir gases tóxicos. Además, al no tener motor de combustión, los vehículos eléctricos evitan la emisión de toneladas de gases de efecto invernadero, lo que a su vez ayuda en la lucha contra los efectos del cambio climático.
Es por ello que la movilidad eléctrica se considera fundamental para lograr una movilidad sostenible y obtiene cada vez mayor apoyo en todo el mundo a través de políticas públicas, cambios en las políticas tributarias, creación de marcos regulatorios e incluso su integración en nuevos proyectos.
La movilidad eléctrica, gracias a la tecnología, es cada día más eficiente, y es cada día más usada en diversos sectores: camiones, aviones y embarcaciones eléctricas se encuentran en fase experimental, lo que marcaría el inicio de la electrificación de toda movilidad.
La movilidad eléctrica ha llegado para quedarse y marcará el futuro del transporte. Un transporte más eficiente, ecológico y sostenible.
Además, la movilidad eléctrica puede reducir los gatos. Muchas estaciones de carga de vehículos eléctricos ofrecen la opción de controlar la carga desde una aplicación de teléfono inteligente, por lo que el coche estará listo para usar al día siguiente gracias a una red eléctrica. Si carga con frecuencia es posible que más nunca necesite acudir a una estación de servicio.
La movilidad eléctrica, junto a las ventajas medioambientales, favorece un importante ahorroenergético y una mayor eficiencia frente a otras.
La cantidad media de energía ahorrada por los vehículos eléctricos en comparación con los vehículos de motor es de aproximadamente el 40% gracias a una mayor eficiencia global.Los beneficios en términos de reducción de CO2 son significativos, en comparación con los vehículos con propulsión térmica y el vehículo eléctrico produce hasta un 46% menos de gases de efecto invernadero.
Otros beneficios ambientales y económicos incluyen una acumulación más eficiente de energía en las baterías, lo que permite una mayor explotación de las fuentes de energía renovables y aprovecha al máximo la producción nocturna de las centrales termoeléctricas y renovables.
La movilidad eléctrica ha cambiado, y seguirá haciéndolo, la forma que nos transportamos. Gracias a la tecnología estas opciones serán cada vez más eficientes y además serán más accesibles para todas las personas. Son una opción eficiente e ideal.
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